Las Carmelitas Misioneras
lamentamos la inesperada muerte de Hna. Isabel Solá, quien entregó parte de su
vida en Haití y se comprometió aún más con este pueblo después del terremoto de
2010.
La religiosa española asesinada se instaló en el país en
2008, tras 18 años en Guinea Ecuatorial
Isabel Solá: “Haití es mi casa, mi familia, mi lugar de
encuentro con Dios"
"Era una persona muy entregada, en especial a los
niños", subrayan sus hermanos
La misionera Isabel Solá, asesinada el
viernes por unos desconocidos en Puerto Príncipe, escribió tras el terremoto de
2010: "Haití es mi casa, mi familia, mi trabajo, mi
sufrimiento y mi alegría, y mi lugar de encuentro con Dios".
Esas palabras, dadas a conocer hoy por (OMP), las redactó la misionera catalana
en una carta en la que reconocía que no se podía imaginar que le iba a tocar "sobrevivir
una de las mayores catástrofes de la historia" y que ello
"cambiaría radicalmente" su "concepción de la vida, del
sufrimiento, de la muerte y de la fe".
"Pensareis que cómo puedo seguir viviendo en Haití,
entre tanta pobreza y miseria, entre terremotos, huracanes, inundaciones y
cólera. Lo único que podría decir es que Haití es ahora el único lugar donde
puedo estar y curar mi corazón", escribió la religiosa.
"Haití es mi casa, mi familia, mi trabajo, mi
sufrimiento y mi alegría, y mi lugar de encuentro con Dios", añadía la
misionera barcelonesa hace cinco años.
Las OMP, en un comunicado, indicaron que en nombre de los
13.000 misioneros españoles repartidos por todo el mundo, se ha unido al dolor
por la muerte de Isabel Solá y ha destacado que se encontraba en ese
país dando su vida con los más pobres.
Javier y Fernando Solà Matas, hermanos de
Isabel, dijeron hoy a Efe que la religiosa se instaló en Haití en 2008 tras
haber permanecido 18 años en Guinea Ecuatorial,
donde se centró en
labores educativas y de apoyo a las mujeres.
"Cuando llegó a Haití empezó también a montar escuelas, pero al cabo de
dos años se produjo el terremoto que vivió en primera persona. Ella nos
comentó que muchas personas habían sufrido amputaciones y que había que hacer
algo", rememoró Javier.
"Era una persona muy entregada, en especial a los
niños. Sabía que había peligros, pero decía que formaba parte de su vida y
los asumía", subrayaron sus hermanos, que este verano compartieron con
ella cerca de un mes en Barcelona.
Isabel Solà Matas, de 51 años, fue asesinada por
desconocidos que le dispararon al menos dos veces mientras conducía su
vehículo por una calle de la capital haitiana.
Según la policía haitiana, el móvil del crimen pudo ser el
robo, ya que los atacantes se llevaron el bolso y otras pertenencias de la
víctima.
Redacción, 03 de septiembre de 2016 a las 20:04
(RD/Agencias)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
DEJANOS TU COMENTARIO