Ante el sufrimiento y la tragedia que vive nuestro pueblo argentino, mucho dolor, consternación y lamentos han
subido al corazón de Dios.
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50 hermanos perdieron la vida en el accidente del tren de
Once
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400 son los heridos
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270 desaparecidos aproximadamente, pero entre
ellos se encuentran heridos derivados a diferentes entidades de salud.
Queremos elevar nuestras súplicas al Señor para pedir por cada persona
afectada con este incidente, los protagonistas directos del mismo, los
trabajadores, las familias, los ciudadanos de Buenos Aires y cada argentino que
ha seguido atónito la noticia de este triste
suceso.
El hecho apaga las palabras… y convida a orar:
ORACIÓN
Señor Jesús, en esta hora de
dolor
venimos para expresarte nuestra angustia,
incomprensión y pesar interior.
Nuestras vidas están en tus
manos
y sólo ante situaciones como estas
solemos darnos cuenta de esta verdad;
queremos comprender lo que nos pasa,
miles de preguntas surgen
como exigiendo una vuelta atrás
y sólo nos quedamos con las consecuencias de este hecho.
Venimos a pedirte paz,
para los que no podemos asumir
el dolor de la pérdida repentina…
¡Cuánto cuesta asumir la
separación
en momentos donde ni siquiera pudimos prepararnos para el adiós!
Nos ayuda y sostiene mirar a tu
Madre sosteniendo tu cuerpo
bajado de la cruz;
su fortaleza, su silencio nos
cala hondo
y nos preguntamos ¿de dónde saca la fuerza?
¡¡¡María, ayudanos a enfrentar este dolor!!!
Algunos hemos perdido seres
queridos,
otros no comprendemos el sufrimiento
sin sentido
de quienes sin culpa salieron de casa
para empezar un día más
que los abrazó en una tragedia
y les seccionó un miembro…
Que quienes son los responsables
directos
de este accidente
asuman su responsabilidad
y todos lleguemos a la paz.
Creemos que sos Dios de vida y de gozo,
enseñanos a comprender
que la vida está hecha también
de destellos de dolor
y que no siempre encontramos respuestas
a nuestros cuestionamientos.
Te pedimos también
que bendigas a los trabajadores
de la salud,
gracias por hacerte presente en cada uno de ellos,
por darles la lucidez necesaria, la prontitud en el actuar,
la creatividad para la urgencia de salvar vidas y
la compasión para abrazar el dolor de los enfermos.
Que en estos días de duelo
sepamos reflexionar sobre el
valor de la vida
y unidos como hermanos
nos veamos libres del rencor,
el odio, la ira,
y a cambio regalanos el perdón,
la comprensión, la paz del corazón que tanto necesitamos.
Te lo pedimos por María,
tu Madre y madre nuestra.
Amén
Estimada hermana, gracias me uno a vuestra intención, oremos por nuestros hermanos, Dios sea con ustedes feliz y Santa cuaresma.
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