El seguimiento de Jesús implica actitud de gratuidad, de darlo todo, el
discípulo que decide seguir al Maestro lo hace porque está convencido de su
líder, lo reconoce como el Mesías y a quien su vida está estrechamente ligada.
Se entrega generosamente a Él porque sabe en quién ha puesto su confianza, en Aquel que lo amó y
se entregó hasta el extremo en el madero de la cruz y se deja amar por Él.
En palabras de Francisco Palau diría: “Mi vida es lo menos que puedo
ofrecerte en correspondencia a tu amor”. Como seguidores del Señor le pedimos
que nos conceda ser su presencia, su perfume, dispensadores de su
luz, y eso sólo es posible con su gracia. Aquí te compartimos una oración del
cardenal Newman para tu encuentro personal con el Amigo del alma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
DEJANOS TU COMENTARIO