Morelia Suárez nació en Medellín (Colombia), el 17 de febrero de 1945; desde pequeña se mostró como una niña inteligente, creativa, y amiga de todos. Realizó sus estudios de primaria en un pueblo de Antioquia llamado Ebéjico, la Secundaria en la Normal Santa Teresita de Sopetrán, regentada, en ese entonces, por las Carmelitas Misioneras, allí obtuvo el título de Educadora, y empezó a conocer un poco el Carisma de las Carmelitas. Admiraba a las Hnas. y en algunos momentos dialogaba y se dejaba orientar por ellas. Luego empezó a trabajar en Primaria, a la vez que hacía su Licenciatura en Administración Educativa en la Universidad “San Buenaventura”, se especializó en Administración en Educación Preescolar y se dedicó a los niños durante 30 años. También hizo estudios de Psicología en la Universidad de Antioquia. Continuó como profesora universitaria durante 18 años, distinguiéndose por su espíritu investigativo, cercanía y responsabilidad.
En 1987 siente la imperiosa necesidad de dedicarse al servicio de la Iglesia como laica. Se puso en contacto con las Carmelitas Misioneras y les comentó su inquietud de formar un grupo de laicos con la espiritualidad Carmelitana Palautiana de carácter misionero. La Hermana Provincial de ese entonces y otras Hermanas, la motivaron e impulsaron para ello. Luego de tres años de gestión, la Congregación
asume el trabajo con los laicos dando el nombre de C.M.S. Se elaboraron los Estatutos que proponen el objetivo, las metas y sobre todo los cinco pilares que identifican a sus miembros. Morelia, siempre estuvo atenta, fiel, constante en mantener y contagiar este proyecto a otras personas; su testimonio de vida, su compromiso con la Iglesia, llamaban fuertemente la atención de las personas. Después de una experiencia de caminada constante y alegre, el XVII Capítulo General celebrado en Roma en 1994 reafirma la organización en un Acuerdo que dice: “Dentro de la opción laicos, la Congregación asume el Carmelo Misionero Seglar. (C.M.S.) se compromete a impulsarlo y a dar pasos para su configuración”. Morelia acepta el reto y sigue fiel, luchando hasta alcanzar la aprobación por la Iglesia, la que se da en Abril 2 de 2006, como “Asociación Privada internacional de fieles”. Desde ese momento Morelia dejó de dar a conocer con su vida y su testimonio la riqueza del Carisma, buscando estrategias para dar a conocer al Padre Francisco y su pasión por la Iglesia.
Fue una servidora incondicional de la Parroquia a la cual pertenecía, donde sirvió como Catequista de adultos y Ministro de la Eucaristía.
Su presencia siempre fue fuerza que convocaba y animaba. Persona sencilla, conversable, contemplativa y de un gran espíritu misionero, con sentido crítico, libre e independiente. En el año 2005 se puso al frente del Encuentro Internacional del CMS, que tenía como objetivo hacer los ajustes de los Estatutos. Fue todo un éxito gracias a su gran capacidad de organización y a sus amplias y buenas relaciones, que le ayudaron a mantener buenas asesorías y apoyos. Fue de corazón agradecido y capacitada para contagiar alegría, servicio, sencillez.
Su paso a la eternidad nos ha sorprendido a todos, y nos lleva a reflexionar en aquella frase evangélica: “estad preparados…”; Morelia sí que estaba preparada, pues en sus manos llevaba a Jesús Sacramentado, para entregarlo a sus hermanos enfermos.
Gracias Morelia por tu testimonio de vida, por tu alegría y entusiasmo, por tu capacidad de contemplación y oración, gracias por tu espíritu misionero, por transmitirnos día a día esa fuerza interior que te hacía vibrar con la Espiritualidad Palautiana; siempre estarás presente entre nosotros.
(Fuente: www.carmimed.org )
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