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jueves, 13 de noviembre de 2008

Al taller del Maestro

QUE ESTA CANCIÓN COMIENCE A RESONAR EN SUS CORAZONES. SERÁ LA CANCIÓN QUE NOS ACOMPAÑARÁ EN LA MISIÓN VOCACIONAL 2009.

VAMOS JUNTOS AL TALLER DEL MAESTRO, EL HARÁ UNA OBRA HERMOSA.


ANIMO!!!.
TU MAESTRO TE ESPERA!!


"SI TU NO ESTÁS AQUÍ CONMIGO, DE QUE SIRVE MI CANCIÓN".

BUSQUEMOS DONDE ESTA EL VERDADERO MAESTRO.



miércoles, 12 de noviembre de 2008

MISION VOCACIONAL 2009 -Guiones formativos


Porque creemos en Vos e intuimos la llama misionera que arde en tu corazón queremos invitarte a nuestra misión vocacional 2009.

Te proponemos unas pautas de formación y reflexión, que te permitirán profundizar, orar, estudiar y preparar la misión, desde tu propia experiencia y en sintonía con la Iglesia y nuestra Congregación.


****


Objetivo de las fichas formativas


-Presentar el camino recorrido por el Apóstol Pablo, hasta recibir el envío misionero, para descubrir el propio camino como misionero.

-Profundizar en algunos elementos del Congreso Americano Misionero “CAM 3” Y “COMLA 8”, (Ecuador 2008), para estar en sintonía con los acontecimientos de la Iglesia.

-Prepararnos como juventud carmelitana para la celebración del centenario de nuestra Congregación en Argentina (2010)



A TENER EN CUENTA:

  1. La preparación la viviremos en tres momentos, con sus fichas respectivas de estudio y profundización:

*Llamado

*Elección

*Envío

  1. Celebración al finalizar cada momento
  2. Retiro espiritual
  3. Envío Misionero


Motivación.


Dios entra, irrumpe en la historia del ser humano y le propone un nuevo camino. El llamado es sacado fuera de la carpa, y es invitado a mirar las estrellas que brillan en el cielo. Se da entonces una “provocación” que debe llevar a la persona a vivir en una actitud constante de apertura a la gracia.

Para comenzar este camino de preparación te invitamos a que escribas tu propia oración a Jesús, pídele te acompañe en este proceso; además elabora tus propios objetivos y tu itinerario formativo, pon a volar tu imaginación: crea, sueña, construye, inventa, porque el misionero abre cada día nuevos horizontes, desafía la rutina, grita la vida que fluye dentro.


¡Ánimo, sos muy importante en la Iglesia y nosotras creemos en vos!



Al finalizar el estudio de las fichas de cada momento, te sugerimos elabores tu propia ficha síntesis, ¡que tal si la compartís con todos…! Así nos enriquecemos y hacemos intercambio de nuevas ideas y reflexiones.

Podés enviarla a cmjuvenil@yahoo.com.ar



Ficha 1: Escucha, aprende y anuncia


“América con Cristo: Escucha, aprende y anuncia…


Lema del Congreso Americano Misionero


La Iglesia en América es la comunidad que se siente convocada por Jesús. De Él recibe el Espíritu y la paz. Oye su voz, ve sus manos, escucha sus palabras, comparte su pan y su amistad. De él aprende a amar e interpretar las Escrituras, cuyo corazón es el mismo Mesías que padeciendo entra en su gloria. Aprenden la sabiduría de los pobres y de los mártires, la sabiduría de Dios. Anuncia a Jesús, el viviente, como testigo de lo que ha visto, oído y experimentado, dejándose llevar por el Espíritu (Lc 24, 36-49).


Escucha, aprende y anuncia, son actitudes de espíritu evangélico grabadas por el Espíritu en el corazón de la comunidad de Jesús.


Escucha,


Escucha cuidadosa y amorosamente lo que oye, ve y siente de los hombres y mujeres concretos. Sobre todo su dolor, su amor y su silencio. En ellos está Dios, lo humano y la vida.

Escucha el grito de los oprimidos y de las víctimas con la misma empatía y pasión de Dios por los pobres (Si 35, 13-15) y por el pueblo de Israel (Ex 3, 7-10).

Escucha los deseos humanos y divinos que albergan las personas en su obrar y en la intimidad más suya. Escuchar con respeto y corazón, otorgando benevolencia y confianza, creyendo en la bondad de la persona por encima de su error.


Escucha como lo hacía Jesús con los niños y pobres, hombres y mujeres, israelitas o extranjeros, creyentes o no. Escuchar es andar los mismos caminos; soñar y padecer lo mismo, sentir el amor, la pasión y la impotencia.

Escucha en amor, que Dios es uno, el Señor, misericordioso, a quien amar con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y todas las fuerzas (Lc 10,27). Escucha que todos son hermanos. Lo hace como oyente de la Palabra y de los planes de Dios, como el Siervo de Yahvé (Is 50,4), como María la Sierva del Señor que desea se haga en ella su Palabra (Lc 1,38).


Aprende


Aprende grabando y guardando en el corazón lo que ha visto y oído. Aprende con la memoria del pueblo y de la Humanidad, con la memoria de las maravillas de Dios realizadas en la creación y en la salvación.

Como Jesús aprende la inmediatez de la salvación de Dios en el deseo de una madre sirofenicia por la salud de su hija (Mc 7,24-30); en la intercesión de María a favor de unos novios para que su fiesta de bodas tenga alegría y vino; Jesús aprende a actuar más allá de lo previsto y adelanta “La Hora” de la salvación manifestando su gloria que suscita la fe de los discípulos (Jn 2,1-11).

Aprende cuando acepta no-comprender o andar en los provisorio mientras espera la claridad; cuando busca el porqué y el sentido del obrar humano y del obrar de Dios, de la misión encomendada siempre necesitada de novedad de expresión al ritmo de las configuraciones sociales y religiosas. Aprende cuando acoge el Misterio de Dios, de la vida, de las personas, incluso el misterio que es su propia persona.

Aprende en la paciencia y la espera del crecimiento y de la maduración, propio de la vida humana, de la iglesia y de la misión. Sabe permanecer día tras día, se deja sostener en la fidelidad; acompaña y sigue al Maestro. Aprende de todos: “El que no está contra nosotros, está por nosotros (Mc 9,40). Se aprende de la misma misión y de vivir día a día en el barrio, en la comunidad, en el trabajo. Se aprende en actitud contemplativa y admirativa ante la vida, acogiendo las enseñanzas de Jesús como María de Betania (Lc 10,38-42), y los discípulos en casa o por los caminos (Mc 4,34; 9,31); como María guardando y meditando con amor las cosas experimentadas y oídas en torno a su Hijo (Lc 2,17-19; 2,51).



Anuncia


Anuncia fiel y verazmente lo que gratuitamente se le ha dado a vivir. Porque ha sido fecundada por el amor escuchado y aprendido. Anuncia vida, a modo de la semilla granada y entregada a la tierra. Emprende el anuncio del Evangelio, del mismo modo que la paloma emprende el vuelo cuando le han crecido las alas. Así es el anuncio del Evangelio al ritmo de la fe y de la Palabra, maduradas en el corazón y en la comunidad bajo el impulso del Espíritu. Así nació la misión de la Iglesia enviada a las Naciones (Hech 1-2). Así el Espíritu Santo decide e impulsa la misión, manifestándose a la comunidad orante y celebrante, “Separadme a Bernabé y Pablo para la obra a la que los tengo llamados” (Hech 13,2).

El anuncio viene de la experiencia transformadora, que siente necesidad de contar y comunicar, sin poder callar la felicidad de que rebosa. Así corre y proclama la mujer samaritana (Jn 4,28-30); Andrés cuenta a su hermano Pedro que ha encontrado al Mesías (Jn 1,42); María de Magdala a los discípulos: “He visto al Señor y me ha dicho esto” (Jn 20,18). No se puede contener, no se puede callar: “No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído” (Hech 4,20). Testigo apasionado por Jesús, lo ama, lo ha experimentado, ha cambiado su vida y desea que sea conocido y amado, “Ay de mi si no predico el Evangelio” (1Cor 9,16). Comparte en conversación amistosa y encuentro leal, en respeto a los demás y a las propias convicciones. Anuncia situándose en el campo del otro.

El anuncio une, a la experiencia de la Buena Noticia recibida, la sinceridad y el intento de coherencia en la propia vida siguiendo a Jesús y tomando el Evangelio como camino, orientación y vida. Anuncia desde la comunidad lugar de fraternidad, vida y fe. Es permanente siembra, en caminos, piedras, maleza y tierra fértil (Mc 4,3-8). La semilla de la palabra crece por sí sola (Mc 4,26-29). La cosecha no está en nuestras manos (Jn 4,37-38). Quien anuncia en verdad, sigue aprendiendo, sigue siendo discípulo; ir y venir. El Espíritu armoniza discipulado y misión.



Vamos al taller del “Maestro”…


*Leer con profundidad el contenido de la ficha, seleccionando aquello que hace eco o moviliza desde dentro.

*Construye tu propia definición de estas actitudes evangélicas grabadas por el Espíritu en el corazón de la comunidad de Jesús: “Escucha, aprende y anuncia”

*Has una descripción de cómo has vivido estas actitudes a lo largo de tu proceso como misionero. Escríbelo en fichas.

*Reúnete con tu grupo y comparte la reflexión de esta ficha


Ficha 2: Proceso del Misionero




Jesucristo, ya desde el principio, llamó "a los que él quiso y designó a doce para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar". Podemos distinguir claramente tres momentos:

*Llamado: En primer lugar llama a los discípulos (vocación) para que vivan con El, compartan su vida y aprendan sus enseñanzas. Estos discípulos van a vivir con El, a compartir su vida y su enseñanza.

*Elección: Luego, de entre los discípulos elige a algunos para ser apóstoles. A estos les da una misión: predicar. El envío misionero propiamente dicho se da el día de la Ascensión. A ellos los preparará de manera especial porque van a ser los encargados de transmitir la Buena Nueva a todo el mundo. Luego de su muerte y resurrección, los envía como misioneros, dándoles el mandato de ir por todo el mundo a anunciar la Buena Noticia. Después de esto, Jesús asciende al Cielo.

*Envío: A pesar de haber recibido el envío, los apóstoles aún no salen a predicar. Recién en Pentecostés, animados por la fuerza del Espíritu Santo, se lanzan al mundo a cumplir su misión. Reciben la fuerza del Espíritu Santo y comienzan a proclamar las maravillas de Dios. Entonces empiezan a cumplir el mandato misionero que Jesús les había encomendado. Salen por todo el mundo y anuncian la Buena Noticia a toda la creación.

Al igual que en la propia vida uno puede indicar varias etapas, en la vida misionera ocurre lo mismo. Para conocer las etapas de la vida del misionero, vamos a ver qué eventos importantes marcaron la vida de los primeros misioneros: los apóstoles de Jesús.


Vamos al taller del “Maestro”…


*Lee las siguientes citas bíblicas y ordénalas según el proceso: (Llamado, elección, envío): Mt 4,18-22, Mt 9,9-10, Jn 20,21, Lc 6,12-16, Mc 16,14-15, He 2,1-11

*Lee las palabras con las que Jesús envía a los primeros misioneros, en Mc 16,15 y Mt 28,19-20a. Identifica cuáles son las instrucciones que Jesús les da a los apóstoles.

Reflexión y profundización:


Antes de su ascensión al Cielo, Jesucristo da a los Once el Mandato Misionero, que puede resumirse en cinco elementos: Ir "más allá de sus fronteras", Anunciar la Buena Noticia, hacer discípulos, bautizar y enseñar a

cumplir todo lo que Jesús les había enseñado. Es importante tener presentes estos cinco elementos puesto que sólo desarrollándolos en nuestra actividad misionera, podremos cumplir integralmente el mandato de Jesucristo.


Ir:
"Jesús les dijo: También a otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios porque para eso he sido enviado" (Lc 4,43)
"Porque la promesa ha sido hecha a ustedes, y a sus hijos, y a todos aquellos que están lejos, a cuantos el Señor, nuestro Dios quiera llamar" (Hch 2,39)
"Yo soy el Buen Pastor: conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Tengo además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir. Ellas oirán mi voz así habrá un sol

o rebaño y un solo Pastor." (Jn 10,14a.15)


Anunciar:


"Y todos los días, tanto en el templo como en las casas, no cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Noticia de Cristo Jesús" (Hch 5,42)

"Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la Palabra. Felipe descendió a la ciudad de Samaría y allí predicaba a Cristo. Al oírlo y ver los milagros que hacía, todos recibían unánimemente las palabras de Felipe" (Hch 8,4-6)

"De la misma manera, Dios ordenó a los que anuncian el Evangelio, que vivan el Evangelio" (1Cor 9,14).



Hacer Discípulos


"…y cada día el Señor acrecentaba la comunidad con aquellos que debían salvarse" (Hch 2,47b)
"Aumentaba cada vez más el número de los que creían en el Señor, tanto hombres como mujeres" (Hch 5,14)
"Así, la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe" (Hch 6,7)
"(Saulo) se levantó y fue bautizado. (…) Saulo permaneció algunos días con los discípulos que vivían en Damasco y luego comenzó a predicar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios" (Hch 9,18b.19b-20)

Bautizar


"Los que recibieron su palabra se hicieron bautizar, y ese día se unieron a ellos alrededor de tres mil"(Hch 2,41)
"Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo –judíos y griegos, esclavos y hombres libres-" (1Cor 12,13a)
"Porque todos ustedes, por la fe, son hijos de Dios en Cristo Jesús ya que todos ustedes, que fueron bautizados en Cristo, han sido revestidos de Cristo. Por lo tanto, ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer, porque todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús" (Gal 3,26-28)


Enseñar

"Todos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles" (Hch 2,42a)
"Proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar" (2Tim 4,2)
"Toda la escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien" (2Tim 3,16-17)


Conclusiones:

· Ir: La misión del misionero implica ponerse en movimiento. No basta únicamente con hacer conocer y amar a Jesús a los que están a su alrededor, sino que es preciso que vaya a los que están más lejos, a los que nadie llega.

· Anunciar: Anunciar implica comunicar algo. Y este anuncio se hace con hechos y palabras, viviendo como Jesús vivió y predicando su vida y su enseñanza.

.Hacer discípulos: Uno de los objetivos del misionero es lograr que otras personas descubran en su vida el llamado de Jesús a seguirlo, a "vivir con El" y vivir como El. Los niños de la Infancia Misionera, definen la misión como "hacer amigos para Jesús", que es una adaptación para ellos del "hacer discípulos".

· Bautizar: El bautismo es el signo de que los evangelizados se incorporan al único Pueblo de Dios, que es la Iglesia, el cuerpo de Cristo, y los hace a todos iguales, superando toda diferencia de nacionalidad, raza, condición social, etc


. Enseñar a cumplir lo que Jesús mandó: El misionero tiene que mostrar a Jesús y su estilo de vida. Jesús dijo que serían sus amigos los que "hicieran lo que El nos dijo". No basta con predicar a un "Jesús histórico", como un simple personaje. Es preciso que los que reciben el anuncio, cambien sus vidas y empiecen a vivir como Jesús nos enseñó, y es el misionero quien tiene que motivar a este cambio.


Interiorización


A modo de interiorización te proponemos las siguientes consignas para ser trabajadas en pequeños grupos y, si alcanza el tiempo, en plenario:

*Alguna vez he "ido" a los más alejados para ayudar, o hablar de Cristo?

*En mi vida ¿quiénes me han anunciado o enseñado acerca de Jesucristo?

*¿Anuncio a Jesucristo con mi vida o enseño acerca de El? ¿Cómo?

*Menciona a alguien que conozcas que anuncie a Jesucristo con su vida.

*¿Cuál de los aspectos del mandato misionero (ir, anunciar, enseñar, hacer discípulos para Cristo) te resulta más fácil? ¿Cuáles te cuestan más? ¿Qué te falta para poder cumplir con ellos?

*Describe en tu proceso como misionero estos elementos propuestos por Jesús

Volvemos al taller del “Maestro”

*Con los elementos que ya tenés y que has reflexionado, te proponemos que elabores una celebración misionera que retome todo esto que hasta el momento has reflexionado

*¡Arriésgate a crear! Que tal si compones una canción, poema, guión teatral, pauta publicitaria, en fin, comparte lo que has reflexionado a través de lo que tengas más facilidad o lo que más te apasione. (En la misión haremos un festival misionero con tu aporte)




Ficha 3: ¿Quién era Pablo?

Veremos la figura más fascinante del Cristianismo: san Pablo. La pasión que sintió por Cristo sale de lo normal. Realmente es un apasionado de la causa de Cristo; vive sólo para Cristo y para llevar su mensaje por todas partes.

Todos los cristianos, de cualquier lengua y de cualquier nación, hemos recibido el nacimiento del “agua y del Espíritu” de la mano de nuestra madre, la Iglesia, y así hemos quedado integrados en la familia de los hijos de Dios en una Iglesia que está abierta a todos los hombres: es la Iglesia “Católica”. Para que la Iglesia llegara a realizar esta “catolicidad” y no fuera una secta dentro del judaísmo, Dios se sirvió especialmente d
el apóstol san Pablo. Él comprendió que el Evangelio de Jesucristo era una Buena Noticia para todos los hombres y extrajo las consecuencias, superando las barreras estrechas de los que pretendían limitar la predicación del Evangelio encerrándolo dentro de un exclusivismo religioso que sólo tenía en vista al pueblo de Israel.


A lo largo de su historia, la Iglesia siempre ha sido iluminada por la palabra de san Pablo, porque tanto el Magisterio como los teólogos han recurrido necesariamente a sus cartas para profundizar y proponer la doctrina de la fe. Muchas polémicas teológicas se han desarrollado en trono a sus textos y grandes santos han alimentado su espiritualidad en la lectura de las cartas paulinas
.


Conozcamos, pues, a este titán del Cristianismo, para que, a través de él, lleguemos a conocer con pasión a Jesucristo y lo prediquemos con la misma valentía que el mismo san Pablo.

1. ¿Quién era san Pablo?


Al igual que muchos otros judíos de su época, él también tenía dos nombres: Saulo y Pablo; el primero venía de su origen judío (Saulo),el segundo hace referencia a su ciudadanía romana (Pablo). En los primeros 13 capítulos de los Hechos de los Apóstoles es identificado con el nombre de Saulo (cf. Hch 7,58; 8,1.3; 9,1ss y 13,9), en cambio, el propio Apóstol en sus cartas se llama a sí mismo “Pablo”, nombre con el que también aparece mencionado en otros escritos del N. T. y en los Hechos de los Apóstoles a partir del capítulo 13 (cf. Hch 13,9.13ss; 2 Pe 3,15).

Su vida podríamos considerarla dividida en dos partes casi iguales: hasta los 30 años, como fervoroso fariseo; luego, aproximadamente otros 30 años, como cristiano y apóstol, misionero y escritor infatigable, fundador y animador de las comunidades cristianas en el área del Mediterráneo.

San Pablo es una de las figuras más fascinantes del Nuevo Testamento y el personaje del cristianismo primitivo del que poseemos más datos históricos. Sus cartas constituyen la correspondencia más célebre de todas las épocas. Son, además, cronológicamente hablando, los primeros escritos del Nuevo Testamento y por lo mismo nos suministran los primeros datos sobre el origen, estructura y desenvolvimiento de una serie de comunidades cristianas a veinte o veinticinco años de la puesta en marcha del Cristianismo. Su actividad apostólica tuvo como objetivo principal la fundación de comunidades cristianas, y de esta manera extender la Iglesia de Cristo y el mensaje de salvación traído por el mismo Cristo.


. Su persona


1.1 Pablo, el fariseo:


Nació en Tarso de Cilicia, hacia el año 10. Judío de raza y religión, pero de cultura griega y ciudadano romano. Su formación básica fue judía. Estudió en Jerusalén, en la escuela de Gamaliel, el viejo. En un primer momento se produjo en él un rechazo total de los creyentes en Jesús y se lanzó a una persecución encarnizada, como apasionado fariseo, creyendo que los cristianos eran una secta en contra de la ley de Moisés. Pero un determinado momento de su vida, hacia el año 36 d.C., tuvo un misterioso encuentro con Jesús de Nazaret, camino a Damasco, y se convirtió en un propagandista del Mensaje de Jesús. Según él testimonio que él mismo da, su formación fue aquella de un “fanático partidario”de las tradiciones del pueblo judío (cf. Gál 1,14), fariseo sincero y convencido, del todo irreprochable en el cumplimiento de la Ley (cf. Filp 3,6).Sus padres eran también hebreos de la tribu de Benjamín (cf. Rm 11,1; Filp 3,5). De sus padres recibió también el título de “ciudadano romano”, que le servirá más adelante como apelación para llegar hasta Roma (cf. Hch 22,25-29).

Tras unos años de educación en la fe en las comunidades cristianas de Damasco y Antioquía, y un tiempo de reflexión personal, Pablo inicia una actividad incansable con el afán de propagar el mensaje de Jesús y formar nuevos grupos de creyentes.


1.2 El Camino de Damasco:

Coherente con su fervor de fariseo celoso de la Ley, Pablo aparece como fuerte adversario de Cristo y de sus discípulos: asiste a la lapidación de san Esteban (primer mártir cristiano), y se convierte en aguerrido perseguidor de los cristianos (cf. Hch 7,54-60; 8,1.3). Pero al rededor del año 35 d.C.,
mientras recorría el camino hacia Damasco para tomar prisioneros a los seguidores de Cristo, Pablo tiene
una experiencia extraordinaria de encuentro con Jesús: la revelación del Cristo glorioso que produ
ce un vuelco
radical en su existencia; y así, este acontecimiento (comúnmente llamado “conversión”) le descubre su nueva
vocación de Apóstol, y lo transfor
ma en uno de los más apasionados seguidores y misioneros de aquel Mesías
que antes perseguía en la persona de sus discípulos. Para el mismo Pablo y para la Iglesia primitiva,
este evento vocacional fue tan importante que viene relatado varias veces y con diversos matices (cf. Hch 9,1-30; 22,3-11; 26,12-18; Gál 1,13-20; 1 Cor 9,1; 15,8).

Como es lógico, el efecto de este sorpresivo y providencial encuentro con el Señor en el camino de Damasco, se manifiesta también en una decisiva “conversión” de mentalidad. Destacaremos aquellos puntos que estarán a la base de la posterior predicación y doctrina de san Pablo:

Puntos de su doctrina:

a) Justificados por la fe: Como buen fariseo, Pablo creía que la salvación dependía del cumplimiento minucioso de la Ley; pensaba que eran “las obras de la Ley” las que hacían justo al hombre. En el camino de Damasco comienza a comprender que sólo Cristo, con su misterio pascual, salva y justifica al hombre, de manera gratuita. No se trata, pues, de “merecer” la salvación, sino de estar dispuesto a “recibirla”, adhiriéndose fielmente a Cristo.

b) La Gracia de Dios: concepto clave en la experiencia y enseñanza de Pablo. Camino de Damasco constató el hecho maravilloso de ser amado por Dios, gratuitamente. La infinita misericordia de Dios se manifiesta en nuestro favor no “porque” seamos buenos, sino “para que” seamos buenos; esta certeza del amor de Dios se convirtió en la fuente del gozo y de la seguridad de Pablo.

c) Jesús Crucificado: Pablo busca comprender que si Aquél que fue condenado a la cruz, como si fuera un maldito, es ahora glorificado por Dios mismo, se debe a que todo aquello hacía parte de Su proyecto Salvífico. El sentido de la cruz, a la luz de la Resurrección, se convierte en el sentido mismo de la vida de Pablo y en el núcleo fundamental de su predicación.

d) La Iglesia, Cuerpo de Cristo: Pablo empieza a percibir el vínculo que existe entre Cristo y sus discípulos, desde cuando el Señor le hace saber que Él está presente en cada uno de sus seguidores, a los cuales Pablo quería exterminar: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues” (Hch 9,5). Pablo descubre la íntima comunión entre el Cristo, Cabeza, y su Cuerpo, la Iglesia, y se hace miembro vivo de este Cuerpo.

e) Apóstol de Jesucristo: sintiéndose gratuitamente amado y salvado por Cristo, Pablo no puede callar su Evangelio, y se transforma así en el más grande misionero y apóstol de Jesucristo. Se hace consciente de su tarea evangelizadora, fruto de amor, que se debe extender a todos los pueblos; su corazón enamorado de

Cristo se dilata hasta los confines mismos del universo (cf. 1 Cor 9,16; Gál 2,20; Filp 3,12).


Vamos al taller del “Maestro”…

*Profundiza en la vida fascinante de este hombre. ¿Qué elementos resuenan en Vos, qué te atrae de su persona?

*Al igual que Pablo, Vos también tenés una historia de vida, tratá de sistematizarla, descubriendo el paso del Señor por ella. Describí tu persona, tu camino de Damasco, tus puntos doctrinales, es decir lo elementos que van quedando tan claros en Vos a partir de estas experiencias que vivís y que son ideas que se han hecho vida en vos, son los presupuestos de tu vida como cristiano.

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