La fe del centurión tocó de tal manera el corazón de
Jesús que le regaló una alabanza, y la fe del pueblo en Mt 15, 31 lo movió al
milagro de la multiplicación de los panes, no sólo el hecho de la fe sino
también su fidelidad, el permanecer junto a Él tanto tiempo!!!
¡Cuánto vale un corazón abierto, sincero y lleno de fe!
¡Qué importante es dejar de lado las propias miserias para ir con alma desnuda
al encuentro del único capaz de colmar nuestras ansias y necesidades: Jesús.
Hoy te invitamos a preguntarte:
1-¿Cómo es tu fe?
2-¿Qué ves y sientes cuando ante tus ojos se despliegan
los portentos del Señor, capaces de transformar la vida de las personas?
3-¿Cómo respondes a su obrar? ¿en qué toca tu propia
vida?
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