Aunque esta celebración se realizó el año pasado, quisimos compartirla con uds, porque no pudimos hacerlo en su momento. Es válido hacerlos parte de nuestras alegrías.
No es fácil resumir en pocas palabras 75 años de vivencias intensas, y menos contar las emociones vividas durante el tiempo de preparación para este acontecimiento.
Muchos de uds,
conocen nuestra misión en esta ciudad, el Colegio “ San Juan de la Cruz ”.
Generaciones enteras han pasado por estas aulas, patios, capilla, etc. Es
bastante común subir a un taxi o un remís y que te digan: fui pupilo, fui
alumno; mis hijos fueron, ahora van mis nietos…Y hoy lo recuerdan con inmenso
cariño y agradecimiento.
Comenzamos las
celebraciones en el mes de mayo, mes del cumpleaños del colegio:
15 de mayo, algo
que es tradición, el TE de la familia,
donde se congregan más de mil personas, los niños realizan actuaciones acordes
al acontecimiento, se sirve un TE y la familia disfruta el compartir. Todos los
que podemos colaboramos para que salga bien.
17 de mayo, día
del cumpleaños, los festejos fueron con el alumnado. Por la mañana realizaron
actividades los alumnos de nivel medio. A medio día la Misa con todos los niveles.
Hermoso ver en el patio la participación pero especialmente de los más
pequeños. Luego un almuerzo “multitudinario” y por la tarde continuaron sus
actividades los cursos de Jardín y Primario. Ha quedado muy buen sabor en todos
los alumnos, ya que celebrar el cumple de su colegio los anima a seguir
disfrutando de lo que ellos mismos han ido preparando.
En este marco de
festejos, se celebró con todos los honores la fiesta de Nuestra Madre del
Carmen, tanto en el colegio como con la comunidad que asiste a nuestra capilla.
Bajo el LEMA “CONSTRUYENDO
COMUNIDADES” se realizó en
el mes de setiembre una maratón y
caminata para alumnos y padres de familia, en la cual participaron también
maratonistas de la ciudad, quienes nos han felicitado por la muy buena organización.
En los jóvenes ha quedado el deseo de apostar por algo distinto, de sentirse
bien y ya pedían poder hacer lo mismo el próximo año.
Octubre es el mes de los festejos principales: El
día 21 se celebró la
Eucaristía en el Santuario de Fátima, presidida por el Sr.
Obispo Eduardo Martín y varios Sacerdotes que durante mucho tiempo o en
diferentes circunstancias acompañaron la tarea pastoral del Colegio.
Quisimos hacer
una memoria especial del Padre Isidro Pereyra quien, desde los inicios de su
ministerio sacerdotal y casi hasta su enfermedad acompañó a la Comunidad de Hermanas y
al Colegio. Esta es la razón por la que elegimos el Santuario. Nos acompañaron las
Hermanas Sor Ángela Gómez (Superiora Provincial) y María Esther Blanchoud ( muy
querida del colegio pero que ahora realiza su misión en Jujuy), además de un
nutrido grupo de padres, ex docentes, alumnos y la animación del coro formado
por alumnas del colegio y docentes, quienes estuvieron a la altura de las
circunstancias.
Además estuvo
presente la Supervisora
de nuestra zona, quien agradeció la invitación y valoró muy positivamente la celebración
engalanada también por el lugar, ya que el Santuario es precioso e impacta a
quienes no son de Río Cuarto y lo ven por primera vez.
El día 27 fue el
Acto Central. Contamos con la presencia de autoridades de la Municipalidad ,
Supervisora, Directivos y Abanderados de Colegios y Escuelas aledañas; ex
Docentes, Padres de familia que pertenecieron a la Comisión y Hermanas que
estuvieron en esta comunidad y que trabajaron en diferentes épocas como
docentes o directivos. Sor Ángela representando a toda la Provincia , Hermana
Ofelia Lozano, primera Directora y fundadora de Nivel Medio; Olga Escobar;
María Teresa Mamonte; María Ester Blanchoud y por supuesto todas las Hermanas
de la Comunidad.
Un acto lleno de
emotividad, de alegría y gozo de todos los que hemos trabajado en la Institución porque
sentimos que hemos cumplido lo mejor posible el mandato del Señor “Lo
que hagan por estos pequeños, me lo
hacen a mi”
Sentimos un
inmenso gozo porque nos han acompañado, especialmente invitados, tres varones
(entrados en años, por supuesto) que fueron de los primeros “pupilos” del
entonces llamado “Asilo San Juan de la Cruz ”. Inimaginable la
alegría por el reencuentro entre ellos y el recuerdo con nombre propio de todas
las Hermanas. Conservan como una reliquia fotos de los internos, de las
Hermanas, el primer cuaderno corregido y firmado por la maestra que por
supuesto era una de ellas. Para muchos fueron verdaderas madres; ellos hoy
gozan y agradecen la oportunidad que les dio la vida; son lo que son por las
Hermanas y lo dicen con todo orgullo.
En este marco de
festejos, se puso especial énfasis en trabajar valores con todo el alumnado.
Acompañados por docentes. El Nivel Medio trabajó durante todo el mes de agosto la Solidaridad e hizo una
mañana solidaria con acciones concretas el 26 de agosto, día Nacional de la Solidaridad.
También se
realizaron a nivel de Institución diversas acciones que calentaron el espíritu
y que dieron sus frutos y con muchas creces: la “Colecta por Haití”, en la cual se lograron recaudar $ 8000. No fue la única… se realizó además la
de Cáritas, Más por Menos, por las Misiones, todas con buenos resultados. El
esfuerzo y la motivación fueron moviendo lentamente los corazones de todos.
Hemos gozado por
tener entre nosotras a Hermana Herma de la Cruz, quien desde Chile cruzó, no
sin dificultades, la cordillera y parte de nuestra extensa Argentina para
participar y disfrutar de los festejos. Ella trabajó durante 5 años en el
Colegio y recuerda cada detalle con mucho cariño; agradeció muchísimo la
oportunidad de poder compartir la celebración final de este acontecimiento.
Con una cena
realizada el 4 de noviembre y que convocó especialmente a ex alumnos,
finalizaron los festejos por estos 75 años. Damos gracias a Dios porque desde
la sencillez, pero con un gran corazón, un grupo de Hermanas, sin medir
riesgos, decidieron alumbrar la vida y mostrar caminos de esperanza a muchos
niños necesitados, sobre todo, de una mirada, una sonrisa y calor de hogar.
Un sentido e
inmenso gracias a quienes, junto a las Hermanas, fueron pioneros en esta tarea y
ahora permanecen en nuestra memoria: docentes, padres de familia, alumnos, colaboradores.
Gracias a
quienes hoy, desde una edad madura, recuerdan con inmensa gratitud la labor de
las primeras Hermanas y nos ayudaron a revivir la historia. Gracias a quienes
siguen apostando por nuestra Institución; a quienes hoy nos ayudan en esta
misión, porque se sienten artífices privilegiados de este momento histórico y
asumen el desafío de seguir siendo signos de esperanza para las generaciones
futuras.
Comunidad CM de
Río Cuarto
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