En 1933, mientras en Alemania comienza a cundir el odio
antisemita, Edith recibe dos signos, Edith recibe dos signos acerca de su
vocación religiosa.
El jueves Santo, mientras en la iglesia del Carmelo de
Colonia, participa en la Hora Santa, Jesús “le hace comprender que ella tiene
que ayudarle a cargar con la cruz que ahora cae sobre su pueblo (Israel)”. Poco
tiempo después, el tercer domingo de Pascua, -domingo del Buen Pastor- le hace
comprender que “su camino está ahora en el Carmelo”.
CONOCÉ A EDITH STEIN
Edith se despide de su madre y de su familia para siempre y
no sin sufrimiento mutuo. El 14 de octubre, víspera de la fiesta de Santa
Teresa de Ávila, entra al Carmelo de Colonia; y declara: “Ahora estoy en el
lugar al que desde hace tiempo pertenecía de corazón”.
Cuando recibe su hábito carmelita, asume como nombre de
religión Teresa Benedicta de la Cruz: un nombre que es todo un programa y un
compromiso de vida, al cual hará honor hasta el extremo. Realmente la cruz
marcará su vida: el suyo será un amor crucificado.
“…Las últimas semanas que pasé en mi casa, y la despedida,
fueron, como no podía ser menos, muy duras. Era totalmente imposible lograr que
mi madre mostrará alguna comprensión. Se mantuvo en toda su dureza e
incomprensión, y yo sólo pude marcharme sólo por mi firme confianza en la
gracia de Dios y en la fuerza de la oración.”
(Fuente: “Edith Stein: una Santa de y para nuestro
tiempo. Ct 31/10/33)
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