SUFRIR Y SER FELICES EN EL SUFRIMIENTO

El año 1938, es un año crucial para Europa. El nacionalsocialismo ha consolidado su poder en Alemania y se ha convertido en un peligro real para Europa. Como artífices de un estado totalitario, los nazis hacen penetrar campañas de descredito y de odio contra los judíos. El judío por ser judío, es el enemigo. Cristo mismo, por ser judío, hay que borrarlo de la conciencia del pueblo para que se libere. Los éxitos obtenidos por los nazi avalas estas tesis que logran contaminar incluso a muchos cristianos, a pesar de las reservas sostenidas por la Iglesia.

En este clima se comprende la aprensión de los superiores del Carmelo que el 31 de diciembre de 1938, hacen viajar a Edith y a Rosa para protegerlas con rumbo al convento de Echt, en Holanda.

La paz en el Carmelo de Echt duró poco. En 1940, las tropas de Hitler invaden Holanda. Edith y su hermana Rosa – ahora terciaria carmelita- son registradas cómo católicas y capturadas por las SS alemanas el 2 de agosto.

Para ellas comienza un breve y atormentado calvario. Son trasladadas sucesivamente a dos campos de concentración y finalmente llevadas al infierno de Auschwitz e ingresadas a la cámara de gas con otros judíos, entre ellos muchos católicos el día 9 de agosto.
CONOCÉ A EDITH STEIN

“Sufrir y ser felices en el sufrimiento, estar en la tierra, recorrer los sucios y ásperos caminos de esa tierra y con todo reinar con Cristo a la derecha del Padre; con los hijos de este mundo reir y llorar y con los coros de los ángeles cantar ininterrumpidamente alabanzas a Dios: ésta es la vida del cristiano hasta el día en que rompa el alba de la eternidad”.

(Fuente: “Edith Stein: una Santa de y para nuestro tiempo)