Miq 5,1-4ª: De ti saldrá el jefe de
Israel
Salmo responsorial 79: ¡Oh Dios, restáuranos; que brille tu rostro y nos salve!
Heb 10,5-10: Aquí estoy para hacer tu voluntad
Lc 1,39-45: Visita de Maria a su prima Isabel
Miqueas,
de quien está tomada la primera lectura, vivió en
el reinado de Ezequías. Cuando el modesto profeta llegó a
la corte, se encontró con Isaías, de quien al parecer recibió influjo literario, aunque siempre conservó su estilo personal.
Miqueas atacó sobre todo a
los poderosos que abusan del pobre para robar y oprimir,
a los jueces corrompidos, pero compuso también magníficos poemas de salvación,
entre los que sobresale la profecía sobre Belén.
El Mesías esperado nacerá en Belén, pequeña población de Judá y hará que losseres humanos puedan vivir tranquilos y Él será nuestra paz.
La segunda lectura está tomada de
la carta a los Hebreos. Supuestamente Pablo compara la obra cultual de
Cristo con la del Antiguo Testamento, y el sacrificio de
Cristo con los antiguos “sacrificios” religiosos. A través de esta comparación se nos muestra con profundidad la naturaleza y finalidad de
la encarnación. El sacrificio de Cristo tiene lugar de una vez para siempre y
no consiste tanto en la inmolación de una víctima, cuanto en
la comunión con el Padre, a la que todos somos invitados.
En lo sucesivo no habrá una religión de ceremonias y
de ritos, sino una religión “en Espíritu y
en Verdad”. Lavoluntad de Dios no ha sido la muerte del Hijo, sino el hacer partícipe a su Hijo de
la condición humana con el suficiente amor para que todo lo humanoquedara transformado.
La sangre del Hijo, más que ofrenda para aplacar a
un Dios justiciero, es don a los seres humanos de
un Dios lleno de amor.Nuestra santificación consiste en vivir “en Espíritu y
en Verdad” esa amistad con Dios. Aquí radica la esencia del Espíritu religioso.
Acercarse a celebrar el nacimiento de Jesús conlleva recordar la condición de mujer y
la fe de María. El episodio llamado de la visitación,
delevangelio de Lucas nos relata el encuentro de
dos mujeres madres. María, la galilea, va a Judá,
la región en la que un día el hijo que lleva dentro de ellaserá rechazado y condenado a muerte (Lc 1,39).
Ante el saludo de la joven, el niño que Isabel está a punto de dar a luz “salta de gozo”
(vv. 41 y 44). Lamadre alude poco después a lo que siente dentro de sí;
se trata de la alegría del niño –el futuro Juan
Bautista- alrededor de quien habían girado hasta
elmomento los acontecimientos narrados en este primer capítulo de
Lucas. Juan cede ahora el paso a Jesús. El gozo es la primera respuesta a
la venida delMesías. Experimentar alegría porque nos sabemos amados por Dios es prepararnos para la navidad.
Isabel pronuncia entonces una doble bendición.
Como ocurre siempre en manifestaciones importantes,
Lucas subraya que lo hace “llena delEspíritu Santo”
(v. 41). María es declarada “Bendita entre las mujeres”(v.
42), su condición de mujer es destacada; en tanto que tal es considerada amada yprivilegiada por Dios. Esto es ratificado por el segundo motivo del elogio:
“Bendito el fruto de tu vientre” (v.42). Este fruto es Jesús, pero el textosubraya el hecho de que por ahora está en
el cuerpo de una mujer, en sus entrañas, tejido de su tejido.
El cuerpo de María deviene así el arca santadonde se alberga el Espíritu y manifiesta la grandeza de su condición femenina.
En su visitante, Isabel reconoce a la “madre del Señor”
(v 43), aquellaque dará a luz a quien debe liberar a su pueblo, según lo anunciaba el profeta Miqueas (5,2-5).
Bendecir (bene-dícere) significa hablar bien, ensalzar, glorificar.
Con anterioridad al nacimiento de Jesús, aparecen en
los evangelios bendiciones porparte de Zacarías, Simeón,
Isabel y María. Todos bendicen a Dios por lo que hace. Pero,
al mismo tiempo, Jesús bendice a los niños, a los enfermos,
a losdiscípulos, al Padre. Toda bendición va dirigida a
Dios. La oración de bendición es, sobre todo, alabanza de acción de
gracias. De este modo celebramosla Eucaristía. Pero también la bendición se extiende a todas las criaturas incluso a las inanimadas: ramos, ceniza, pan y
vino. Son bienaventurados lossantos y especialmente “bendita” es María,
la madre de Jesús.
El Espíritu Santo ayuda a
Isabel a pronunciar una bendición: “¡Bendita eres entre todas las mujeres y bendito sea
el fruto de tu vientre!”. Desdeentonces, millones de veces lo hemos dicho todos los cristianos en
el “Ave María”. Son benditos, bienaventurados o dichosos los que creen en
Dios, losque practican la Palabra, los que dan frutos,
los pobres con los que se identifica Jesús.
María creyó. Ésta fue su grandeza y
el fundamento de su felicidad: su fe. María se convierte en maestra de
la fe, aceptando cuanto se le anuncia de parte de
Dios aunque ella no se pudiera explicar el modo como se realizaría aquel plan.
Toda la vida de María se fundamenta en su fe,
en la adhesión queha prestado desde el primer momento a
la revelación que llegó hasta ella.
Para
la revisión de vida
¿Cómo voy a vivir esta semana de adviento-navidad?
¿Cómo voy a acoger el misterio del Dios humanado en Jesús?
¿Cómo vivir y expresar con todos los que me rodean la ternura de
Dios hecho niño para que nosotros vivamos el mismo amor con
la misma ternura? (Tomar decisiones concretas para esta noche de nochebuena: respecto a las personas
con las que convivo, a los parientes, los vecinos, los
amigos y conocidos, los lejanos…).
(Fuente: lecturadeldia.com)
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