En el marco de una masiva ceremonia religiosa, el obispo Eduardo Martín lanzó ayer en la Plaza San Martín la Gran Misión por los 75 años de la Diócesis de Río Cuarto que se desarrollará durante todo el 2009. Lo hizo en el Día de la Inmaculada Concepción, patrona de Río Cuarto, ante delegaciones de la ciudad y la región.
“Les pido que seamos misioneros del Evangelio”, exhortó monseñor Martín, quien acotó: “La fe nos libera del individualismo”.
En el 2009, la Iglesia Católica de Río Cuarto celebrará sus 75 años de existencia con una serie de eventos, entre los cuales figuran jubileos con distintos sectores sociales, visitas misioneras casa por casa y celebraciones litúrgicas.
La intención es lanzar una suerte de reevangelización en toda la Diócesis de Río Cuarto que tendrá como centro el mensaje de Jesucristo.
“Sin Cristo, nada podemos hacer. Él es nuestra única esperanza. Ni el poder político, ni el económico, ni las ideologías podrán salvarnos. Cristo es nuestra salvación”, dijo el obispo.
Durante su homilía, monseñor Martín recordó a los prelados que lo precedieron en la función: Leopoldo Buteler, Moisés Blanchoud, Adolfo Arana y Ramón Staffolani.
“Buteler tuvo la misión de sentar las bases de esta diócesis y de fundar el seminario, Blanchoud fue un obispo que amó y se entregó por su feligresía,
Arana conmemoró los cincuenta años de la diócesis y Staffolani dirigió los destinos del seminario”, recordó.
Rodeado de sacerdotes, seminaristas, autoridades y feligreses, el obispo pidió ser militantes de “una Iglesia viva” basada en “la caridad y la fraternidad”.
Reclamó también tender puentes de amor “a los que más sufren” y a respaldarse en la fe porque “nos libera del individualismo”.
“Caminando en comunión avanzamos en la edificación de la Iglesia. Por eso, roguemos a la Virgen para que crezca el amor entre los hombres”, señaló.
Además de las distintas parroquias de Río Cuarto, participaron del lanzamiento de la Gran Misión delegaciones de Arias, La Carlota, Gigena, General Deheza, Adelia María, Alejandro y Achiras, entre otras.
Durante la misa, que se concelebró al pie del monumento al general José de San Martín, se cantó el himno de la Gran Misión y se impartió la bendición a los fieles presentes.
También estuvieron presentes 500 chicos de la ciudad y la región que tomaron la primera comunión entre el domingo y ayer.
“María es la estrella de la salvación y modelo de la Iglesia. Bajo su amparo, tenemos que construir una trama de caridad y fraternidad”, instó monseñor Martín.
Y añadió: “La nuestra es una Iglesia en edificación que tiene a María Inmaculada como prototipo”.
Al final, los padres de Juan Politano, el estudiante que murió en la explosión de la Planta Piloto de la Universidad local, testimoniaron acerca de cómo encontraron en Dios la fortaleza necesaria para sobreponerse al fuerte golpe que es la pérdida de un hijo.
más información en la página oficial de la misión: www.granmision.com.ar
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