DIEZ AÑOS DE “LA MEDALLA”

Desde la comunidad de “San José” de San Salvador de Jujuy queremos compartirles cómo las CM vamos caminando junto a nuestros hermanos.

El día 2 de junio se cumplieron 10 años de la elevación a Parroquia de la Capilla Virgen de la Medalla Milagrosa. Con tal motivo los padres misioneros de la Consolata,  - que son quienes atienden pastoralmente la zona en estos momentos, junto a nosotras  –  nos invitaron a celebrar con toda la feligresía este feliz acontecimiento.

Todas las instituciones parroquiales se vieron involucradas en la preparación de los festejos. Se distribuyeron las tareas para que todo saliera impecable. El sábado 4, por la noche se realizó una cena a la canasta con animación de grupos folklóricos, bailes, concursos y mucha alegría.

Naturalmente la fiesta principal fue la Celebración Eucarística, que tuvo lugar el domingo 5 de junio a las 10 de la mañana. La Misa fue concelebrada por los tres sacerdotes: el Padre Enrique, cura párroco, y los padres Carlos y Manolo. Esta celebración estuvo precedida de un triduo preparatorio en el que se resaltó la importancia de la “Casa de Dios”, como lugar de Encuentro y como lugar de oración: espacio sagrado donde el Padre nos espera siempre.

 Con sincera satisfacción asistimos al reconocimiento que desde el inicio de la Santa Misa hicieron presente a  nuestras hermanas que han dejado huella en esta linda comunidad: Hna. María Babdgi y Hna Berónica Herrera, que son quienes comenzaron a trabajar en Alto Comedero.  También se destacó la labor de Hna. Carolina Contreras como iniciadora de la Infancia Misionera. Ellas han abierto el camino que luego han transitado otras y que ahora continuamos nosotras. Fue muy emotivo poder apreciar cómo la gente reconoce y agradece la presencia de las Carmelitas Misioneras que, desde el año 1998, han hecho de este pedacito de tierra argentina, su lugar de evangelización.

Concluida la misa se realizó una suelta de globos y se invitó al chocolate.

Así, entre la cotidianidad de hechos sencillos, pero significativos, vamos recorriendo junto a nuestro pueblo los caminos de la fraternidad, haciendo presente también aquí el carisma que nos legara el Padre Palau y haciendo realidad aquello de “ir donde la gloria de Dios nos llame”.

Gracias a todas las hermanas que pasando dejaron su huella, nosotras somos testigos de ese paso, y también continuadoras de la siembra.

Hnas Carolina, Mª Ester y Mª del Carmen