martes, 25 de agosto de 2020

Etapas formativas de las Carmelitas Misioneras- Argentina

 

Nuestra formación como carmelitas misioneras NO es uniforme, es PERSONAL, busca que crezcamos en LIBERTAD INTERIOR, en RESPONSABILIDAD de nuestra autoformación; se trata de una formación PROGRESIVA y CONTINUA. Como cada persona es única e irrepetible la formación busca respetar los ritmos de cada joven, no se trata de pasar etapas según grados y años, sino más bien según las necesidades de cada persona y sus procesos.

Por ello en un grupo de chicas que inicie su formación con nosotras no estarán todas haciendo el mismo proceso ya que cada una trae consigo un bagaje interior diferente, como diferentes somos las personas: historia personal y familiar, experiencias de vida, madurez, formación profesional, etc.

Cuando una joven ha descubierto que el Señor la llama a la vida consagrada, y más precisamente a ser carmelita misionera, se pone en marcha, asume unos requisitos para dar inicio a la formación en nuestra congregación y se dispone a vivir las siguientes etapas:

 

Postulantado: es la etapa en la cual la joven, sin ser parte de la congregación, vive una experiencia de búsqueda, en una dinámica de admiración y duda. A partir de un conocimiento más directo de las hermanas, de la Congregación y de un discernimiento sobre su propia vida, reúne los elementos de juicio que le permiten confirmar su llamada a seguir a Jesús en el Carmelo Misionero. Es acompañada por una comunidad formativa, donde la responsable es la Hna encargada de postulantes.  En Argentina esta etapa suele llevar como máximo dos años de proceso, pero todo depende de la persona.

 

Noviciado: En esta etapa la joven inicia la vida religiosa propiamente dicha. Se integra en la comunidad del noviciado (actualmente la casa se encuentra en Lima, Perú) que es continental. Se introduce en nuestro estilo de vida. En estudio-oración-reflexión y profundización del conocimiento propio fundamenta la llamada. Interioriza toda la experiencia y se dispone para hacer la opción por Jesús en el Carmelo Misionero. Es acompañada por un equipo formativo de hermanas cuya responsable es la maestra de novicias. El noviciado tiene una duración de dos años y a veces se puede prolongar por medio año más, según el proceso que necesite hacer la persona.

 

Juniorado Intensivo: en esta etapa la juniora forma parte de otra comunidad formativa, actualmente con sede latinoamericana en Cota, Colombia. Busca ayudar a la formanda a entrar en la dinámica comunitaria con más protagonismo. Ella continúa aclarándose en su opción vocacional, recibe formación religiosa y teológica dentro y fuera de casa, y vive inserta en la comunidad sintiéndose parte

de los proyectos pastorales en los que se involucra. Es acompañada por un equipo formativo de hermanas cuya responsable es la maestra de junioras. Éste juniorado tiene una duración de dos años, después de los cuales la juniora regresa a Argentina para continuar la siguiente etapa aquí.

 

Juniorado Extensivo: En esta etapa la juniora se inserta en una de nuestras comunidades de vida apostólica, formando parte de la misma y teniendo paulatinamente igual protagonismo que el resto de las hermanas, continúa con su formación, estudio-reflexión-oración y profundización del conocimiento propio, para seguir confirmando la opción vocacional. En esta etapa puede iniciar o continuar estudios profesionales. Es responsable de su proceso la animadora o superiora local y el resto de las hermanas la ayudan a vivir su consagración con su estilo de vida coherente contagiando el gozo vocacional. Esta etapa puede durar al menos 3 años.

 

Juniorado de Preparación a Votos Perpetuos: esta etapa se realiza en Salamanca, España. Tiene una duración de 8 meses. Es la instancia final, previa a la realización de votos perpetuos, en una comunidad intercontinental e intercultural, a cargo de un equipo formativo de hermanas. La formación es acorde a la etapa, con talleres de profundización en distintos aspectos de ntra vida, busca ayudar a las hermanas a consolidar su opción por Cristo en el Carmelo Misionero y a determinarse por la consagración perpetua.

 

Formación Continua o permanente: etapa que va desde la profesión perpetua hasta el final de la vida. En ella, las hermanas testimonian con fuerza y vigor, los valores de la vocación y  pertenencia a la Congregación. Al mismo tiempo desarrollan y recrean una dinámica de conversión que nos lleva a configurarnos con la persona de Jesús y el misterio de la IGLESIA, en progresiva armonía de todo nuestro ser hasta alcanzar la plenitud vocacional. Esto sucede en cada comunidad de hnas, donde nos hacemos responsables de nuestra autoformación dedicando espacios de silencio, oración, estudio y reflexión para vivir actualizadas y acordes a los tiempos presentes.

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