Hoy, último domingo de septiembre, la Iglesia argentina celebra el Domingo Bíblico Nacional, por ser el más cercano a la fiesta del San Jerónimo, patrono de los biblistas. Esta jornada se celebra desde 1961 por disposición de la Conferencia Episcopal Argentina.
La dra Verónica Talamé, Directora Nacional del Departamento de Animación Bíblica fue entrevistada por el Pbro Máximo Jurcinovic en el programa "Camino de encuentros" de la Conferencia Episcopal Argentina y dijo lo siguiente:
¿Qué significa el lema de este Domingo Bíblico Nacional "La Palabra que edifica"?
Lo tomamos como lema a partir del texto de Hech 20, 32 "La palabra de su gracia tiene el poder para edificarnos". Hicimos como un trienio, este año lo dedicamos a la sinodalidad en el libro de los Hechos, porque consideramos que en la sinodalidad edificamos juntos. El año que viene tenemos como tema "La Palabra se ora", vamos a trabajar todo el año sobre los salmos, y el tercer año del trienio sobre los profetas. Así es que hicimos como un Plan Trienal, esa es la perspectiva que tenemos para los 3 años. Este año es "La Palabra que edifica" a partir de los Hechos de los Apóstoles.
Verónica ¿Qué busca la Iglesia cada año al poner a la Biblia en el centro y cuáles son los frutos que podemos tener?
Bueno, la Iglesia busca lo que el Señor buscó al dirigir su palabra hacia nosotros, todos sabemos aquella frase de la Dei Verbum 21 que después retoma el Catecismo de la Iglesia Católica en el número 103 "la Iglesia siempre ha venerado las Escrituras... lo mismo que el pan de la Palabra y el Cuerpo de Cristo para darnos vida", entonces yo creo que lo que busca es "que tengamos vida y vida en abundancia" dicho en términos de San Juan. Es cierto que en este último tiempo la Palabra ha ido abriéndose camino, muchos más cristianos se están nutriendo de las Sagradas Escrituras y, como todos sabemos, ella es apoyo para la Iglesia, para cada cristiano fortaleza, alimento del alma, fuente de vida... bueno, nos consuela, nos da luz, son tantos efectos que produce la Palabra en nosotros pero que no siempre ha sido puesta al centro, en la vida cotidiana de los cristianos. Es verdad que todos los domingos, cuando vamos a misa, nos alimentamos de la Palabra así como de la Eucaristía, pero gracias a Dios, a partir de la institución del Mes de la Biblia muchos más se están acercando a la Palabra y lo digo con conocimiento de causa, porque en este mes de la Biblia se incrementan de una manera impresionante cursos, talleres, encuentros, semanas bíblicas, propuestas de todo tipo, para jóvenes, niños y adultos, parroquiales, institucionales, bueno se incrementa de manera que damos gracias a Dios. Gracias también a que tenemos un muy buen equipo de comunicación en el Departamento constatamos cuántos se comunican, escriben, se inscriben en los cursos que ofrecemos online o presencialmente, que bueno... esto constata esta sed y hambre de la Palabra, gracias a Dios, Maxi, el pueblo de Dios está entendiendo que acercarse a la Palabra es fuente de vida.
No puedo dejar de preguntarte, vos lo dijiste, estamos cercanos al inicio de esta Asamblea Sinodal ¿Cuál es el aporte, para vos, de este proceso de asamblea sinodal, y de sinodalidad en el cual está toda la Iglesia?
Y bueno, esto de la sinodalidad no es responder preguntas a Roma, ni sentarnos y estar juntos en torno a una mesa. La sinodalidad es la identidad de la Iglesia desde siempre, osea, es el modo de ser Iglesia, o se es sinodal o no se es Iglesia. No podemos pensar en una Iglesia que no tenga esta identidad profunda. Y esto lo constatamos en la Palabra cuando Dios creó al hombre y a la mujer hasta el Apocalipsis, todo un camino del Pueblo de Dios en el Antiguo Testamento y del Nuevo Pueblo de Dios en en Nuevo Testamento que hicieron Historia de Salvación juntos; que caminaron juntos, no sólo entre nosotros. Este, creo, es el gran aporte de la Palabra, caminamos juntos con el Señor, Él camina con nosotros, sino seríamos como una gran ONG. Estamos caminando juntos pero es el Señor quien nos guía, acompaña, Él es el Buen Pastor, el que va adelante, atrás, en el medio, al costado, así que la Palabra aporta esta presencia de Dios en medio del pueblo que camina hacia Él. El punto de partida, el punto de llegada, y el camino, lo dice Jesús en Jn 14. Así que volverse a la Palabra para encontrarnos ahí, sinodalmente en camino, hacia el Señor, hacia la meta que es Él, es el núcleo del Antiguo y Nuevo Testamento, no es nada nuevo esto. Ahora está de moda el tema, estamos todos trabajando en esto, pero la sinodalidad no es un invento de Francisco, la sinodalidad es un modo de ser de la Iglesia desde siempre
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