Te puede parecer imposible, pero la decisión es tuya.
Puedes sentir la navidad como un agobio que se te echa encima,
pero la posibilidad de vivirla de otra manera depende de ti.
Puedes estar cansada/o del mismo rollo de siempre:
dulces para dar y tomar, reuniones familiares,
villancicos cantados sin emoción, compras y más compras...
Todo eso que, ya sabes, deja más vacío en los adentros.
Pero el encontrar el misterio de la Navidad y la magia que tienen estas fiestas depende de ti.
Aunque durante muchos años hayas caído en la misma trampa del consumo y de la superficialidad,
recuerda que nunca es tarde para volver atrás
cuando el camino empezado era un atajo equivocado que no llevaba a ningún lugar.
Depende de ti. No te olvides.
Nunca cambian tanto las cosas como cuando cambia uno mismo.
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