Adviento es el tiempo de la
esperanza. El pueblo hebreo, luego de una larga espera, tiene la certeza de
encontrar en Moisés al enviado de Dios, dispuesto a transformar la situación de
esclavitud por la que claman.
Esa certeza no nace de otra
fuente más que de la experiencia de fe de sus antepasados. Abrahán, al mirar el
cielo, comprendió que el Dios de la vida que había llevado a su familia por una
larga travesía y lo había llamado a formar un pueblo, no lo iba a abandonar en
los momentos de incertidumbre y de desesperanza.
Isaac y Jacob forjaron una gran
familia y, aunque no vieron realizados nunca sus sueños de cultivar las tierras
por las que vagaban en calidad de nómadas, no perdieron el horizonte de formar
una
familia que llevara la promesa de Dios a toda la humanidad.
familia que llevara la promesa de Dios a toda la humanidad.
Por eso cuando aparece Moisés,
aunque algunos preferían las seguridades de la servidumbre, la mayoría prefirió
la incertidumbre de la libertad. La tarea de de Moisés quedó inconclusa, pero
los profetas se encargarán de llevarla adelante, primero con la simpatía y la
colaboración de los reyes y luego con la oposición de los mismos.
Allí creció y se fortaleció la
esperanza del pueblo de encontrar algún día una tierra justa; no un mundo
perfecto, porque tales pensamientos forman parte de los mundos ideales de otras
culturas.
CONTINUARA…
(Fuente: “Diario
Bíblico 2012”)
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