Cada 11 de septiembre Argentina recuerda a Domingo Faustino Sarmiento, quien fue presidente, ministro, senador y gobernador, a la vez que padre de familia, docente y escritor, se lo recuerda muy especialmente por haber impulsado la educación argentina y habilitar edificios para la enseñanza.
Hoy deseamos homenajear la gran labor de los docentes, hombres y mujeres que se han comprometido con la construcción de un mundo mejor, desde su propia vocación “la educación”.
Queremos honrarlos porque en medio de las vicisitudes que vivimos siguen trabajando por un mañana mejor, se cobijan bajo la protección de Dios y oran para aprender de Jesús, el Maestro, la mejor manera de enseñar. Ponen en las manos de los niños, jóvenes y adultos su experiencia, conocimiento, sabiduría y testimonio, viven esperanzados en el caudal de dones que cada estudiante trae consigo y que los hará instrumentos de paz.
La madre Teresa de Calcuta decía: “Los mejores profesores, los niños”; “si no se vive para los demás, la vida carece de sentido”; “lo que importa es cuánto amor ponemos en lo que realizamos”... y podríamos seguir enumerando citas suyas, no olvidemos que somos instrumentos de Dios y que cada vez que nos entregamos en la docencia, nos convertimos en obreros del Reino de los cielos.
Gracias docentes! gracias por su generosa entrega, por cada grande y pequeño sacrificio teñido de olvido de sí para la construcción del Reino!!!
UN CUENTO PARA EL DÍA DEL MAESTRO
OTRO CUENTO PARA HONRAR A LOS MAESTROS
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