Pista # 3: Buscar lo que agrada a Dios.
El “discernimiento
espiritual” es propio de una experiencia de fe que mueve a las personas a
buscar entre lo bueno, lo mejor. Para
eso el punto de partida es buscar en
todo “lo que agrada a Dios” desde nuestra pequeñez.
Esto es propio y
particular para cada persona, por eso se dice que “lo que es bueno para uno, no
es bueno para otro”. Lo sabía muy bien san
Juan de la Cruz y por eso afirmaba que cada uno tiene su propio camino,
y que “a unas almas se les da en una
manera y a otras en otra” (Cántico B, XIV-XV,2). Pero lo verdaderamente
importante en este proceso, dirá este Maestro en el discernimiento espiritual,
será “dejarse llevar de Dios” (Subida
del Monte Carmelo, Prólogo, 4).
Poner el timón de nuestra vida en sus manos,
con la confianza plena de que lo que
agrada al Padre es que nos abandonemos con confianza de hijos.
Tomate 5 minutos…
En algún momento de este día trata de escribir tu propia oración de abandono y orala.
CM
Excelentes consejos, para ponerlo en practica en este tiempo especial, lo tomo ademas para mi blog.
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